COMPAÑEROS MAESTROS.
Es hora de hacer un frente común y antes de manifestar o
exponer nuestra opinión sobre la hasta ahora incierta pero ya aprobada “REFORMA EDUCATIVA”, es
nuestro compromiso informarnos objetiva y verazmente sobre lo que realmente
significa, tanto para nuestros estudiantes, como para los docentes, quienes
somos los protagonistas de cualquier cambio que se dé en los procesos
educativos de la población en nuestro país.
Podemos compartir: opiniones personales, ensayos,
investigaciones o artículos de otros autores, cuidando siempre de darle el
crédito al autor correspondiente.
PINCHES MAESTROS
A mí, como a usted, me interesa que nuestros hijos reciban
la mejor educación, me molestan los bloqueos y me aterran las historias como la
del bar Heaven.
Yo, como miles de personas, he padecido en carne propia los
estragos de todo lo que ha salido en las noticias de la capital del país en
estos días.
Ya no sé si reír, si llorar o si agarrarme a golpes con la
gente en las calles. Es imposible mantener la calma cuando vas del inicio del
ciclo escolar a los temblores y de las marchas a las deudas. Es imposible.
Jamás acabaría de contarle todo lo que he visto, todo lo que
he vivido. Y eso que yo no me enteré del asesinato de algún familiar por los
medios de comunicación. Y eso que yo no usé el aeropuerto el viernes pasado.
Pero, ¿qué le parece si enfriamos la cabeza y vemos más allá
de nuestra rabia y de las cosas que se han estado diciendo en la mayoría de los
medios tradicionales?
Creo que nos estamos equivocando, como con la mayoría de los
temas de la agenda nacional.
Lo que están peleando los maestros de diferentes estados en
la Ciudad de México no es una reforma educativa, es una reforma laboral, su
reforma laboral.
Que me perdonen mis amigos diputados y senadores, pero lo
que ellos están modificando no tiene nada que ver con lo que están diciendo.
Una reforma educativa sería unir a las secundarias con las
primarias en la creación de un nuevo esquema escolar básico de nueve años u
obligar a los niños a pasar todo el día estudiando en sus planteles.
Lo que se ha estado cambiando va por otro lado; tiene que
ver con los maestros, pero no con ayudarlos, sino con juzgarlos, con culparlos,
con castigarlos, con cambiarles sus prestaciones, sus derechos, sus
obligaciones.
Por supuesto que están furiosos. ¿Usted estaría muy contento
si hoy le dijeran, por ejemplo, que le van a quitar su aguinaldo, que le van a
condicionar su sueldo a una evaluación y que todo el tiempo que tiene laborando
en una empresa no le va a servir de nada a la hora de jubilarse?
¿Usted estaría de acuerdo si, cuando comenzó a trabajar, le
juraron que siempre le iban a dar aguinaldo, que siempre iba a cobrar un sueldo
interesante y que, al final de equis número de años, lo iban a jubilar con una
jugosa pensión?
Esos miles de maestros que usted ve bloqueando las calles
del Distrito Federal tienen el coraje que millones de trabajadores de otras
industrias no hemos tenido en los últimos años.
Ellos están peleando lo que les prometieron cuando firmaron,
cuando comenzaron a trabajar, cuando compraron o cuando heredaron su plaza.
Punto.
Sí, suena horrible que se compren, se vendan o se hereden
plazas de maestro, como se compran, venden y heredan plazas en muchos otros
ámbitos de nuestra vida nacional.
Pero la culpa no es de los maestros, es de la gente que está
arriba de ellos.
¿Por qué, en lugar de atacar, culpar y castigar a los
maestros, no atacamos, culpamos y castigamos a los responsables de esta
situación?
¿Por qué, en lugar de vincular la supuesta mala educación
que tenemos en México con los maestros, no la vinculamos con los funcionarios
que metieron en esa trampa tanto a nuestros hijos como a esos trabajadores?
¡¿Por qué?!
¿Quiénes son? ¿De qué partido? ¿Dónde están? ¿Cómo viven?
¿Quién les dedica una nota? ¿Quién les hace un reportaje? ¿Quién obliga a la
ciudadanía a mentarles la madre en medio de un congestionamiento vial?
¡¿Quién?!
La próxima vez que a usted, por ejemplo, le cambien la razón
social de la empresa donde deja sus recibos de honorarios para que no pueda
hacer antigüedad y para que jamás tenga derecho a nada, acuérdese de estos
maestros que, a diferencia de nosotros, sí se unen y no se dejan.
La próxima vez que le digan, entre otras cosas, que la
educación en México es mala y que es así por culpa de los maestros, pregunte en
otros países qué les enseñan a sus niños y si acaso alguien se atreve a culpar
a los maestros de lo que está pasando.
Esto, como lo del bar Heaven y como la ausencia de una
autoridad que se haga cargo hasta de resolver los conflictos más básicos de un
lugar como la Ciudad de México, es un asunto de poder, de ver quién perjudica a
quién mientras la ciudadanía permanece indefensa, abandonada y confundida hasta
en el manejo de términos como el de la reforma educativa. ¿A poco no?
UN TEXTO DE: Álvaro Cueva
https://twitter.com/LaOriginalMx
Maestros, ¿vándalos?
por Denise Dresser
Las imágenes difundidas por los diversos medios, sobre los
lamentables disturbios ocasionados por los maestros de Guerrero, nos muestran
una triste realidad del comportamiento de un nutrido grupo de compañeros
docentes que han rebasado los límites de la legalidad y la cordura, nos hacen
pensar que son unos verdaderos vándalos sin el menor respeto por nada, lanzados
a la barbarie para exigir que sus demandas sean resueltas favorablemente.
Sus demandas, poco las conocemos, sus razones se pierden
ante los hechos, la legitimidad de sus exigencias se cubren de deshonor y
vergüenza. ¿Qué los lleva a actuar de esta manera?, ¿por qué los maestros caen
en estos actos que los ponen ante la sociedad como verdaderos bárbaros?, ¿no
les importa la imagen que proyectan? Los únicos malos son ellos, los que se
niegan a escuchar son ellos, los violentos son ellos. Sin embargo, esta realidad
brutal tiene muchas aristas escondidas, es el producto de largos años de lucha,
de diálogos de sordos, de provocarlos para que caigan en la violencia y pocos
ven lo que hay históricamente detrás de todo.
Los maestros de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, la sierra de
Puebla y otros lugares olvidados y marginados, los que se han integrado en la
CNTE repudiando al SNTE desde hace muchos años, son los únicos que han
enarbolado la bandera de las exigencias del magisterio, mientras que los del
SNTE, esperan cómodamente el resultado de sus luchas, no participan en marchas
ni plantones, no hacen paros ni suspenden clases, sólo esperan lo que el
movimiento radical de la CNTE logre conseguir y bienvenido, pero no se
arriesgan, no se exponen, aunque coincidan con las demandas. Si pudieran les
echarían porras, aunque lo hacen quedito.
No estoy de acuerdo con estos actos, repruebo totalmente la
violencia, pero no dejo de entender que hace mucho que llegaron a su límite.
Los que trabajamos tranquilamente en escuelas cómodas y bien acondicionadas,
los que tenemos acceso a todos los medios, los que contamos con museos,
zoológicos, eventos culturales, bibliotecas, computadoras, aulas climatizadas y
sobresueldos del 100%, difícilmente podemos entender a quienes carecen de todo
esto, pero que sin embargo se esfuerzan en el aula y son líderes de su
comunidad.
Hace años, me tocó coordinar un curso para maestros en
Pachuca, Hidalgo; tenía la mitad de maestros del medio rural de Hidalgo,
jóvenes maestros que tenían que hacer varias a horas a lomo de mula y hasta a
pie, para llegar a sus comunidades en las que carecían hasta de un gis y
pizarrón, la otra mitad, eran maestros del Distrito Federal, arrogantes y
soberbios, veían con menosprecio a los maestritos rurales. La diferencia se
marcaba desde su forma de vestir, de hablar y de comportarse. Sin embargo, al
terminar el curso, la sencillez y humildad de los maestros rurales, habían
terminado por doblegar el orgullo de los defeños, que tuvieron que admitir la
superioridad de sus humildes compañeros.
La Reforma Educativa ha sido hasta hoy, más un golpe
mediático que didáctico o pedagógico, más un embate contra la maestra y el SNTE
para quitarle el poder que otrora les otorgaran, que un verdadero cambio de
rumbo en educación. Hacen cambios para que las cosas sigan igual. La muestra
está en la rapidez con la que confirmaron el cambio en la dirigencia
magisterial, sin mediar un congreso o una consulta a la base, pero son quienes
les garantizan el control de los maestros. No contaban con la violenta reacción
de la CNTE que no está dispuesta a doblegarse y exige un verdadero diálogo. Son
interlocutores sin voz y menos voto. La vertical imposición y la cerrazón a un
diálogo real es la verdadera provocación, es una violenta agresión disimulada.
Los maestros de todo el país tienen muchas razones que
esgrimir en esta reforma, no han sido convocados, su grito de inconformidad lo
apagan las voces de los congresos que aprueban lo que desconocen; los maestros
callan por miedo a perder sus escasos privilegios, sus suelditos y pequeños
puestos de director, supervisor o su buena y bien ubicada escuela, les costó
mucho obtenerlos. Por eso prefieren esperar, observar desde la cómoda barrera
los acontecimientos. Después de los actos vandálicos, la represión está más que
justificada, será aplaudida por toda la sociedad, que les sirva de escarmiento
a todo aquel que se atreva a expresar inconformidad. El Pacto por México no
tiene marcha atrás. La pregunta sería: Pacto, ¿por cuál México?
Gracias amable lector por la gentileza de su atención. Muy
probablemente no comparta mi opinión, pero le aseguro que 46 años de servicio,
me permiten conocer la realidad educativa del país y sus incongruencias que
tantas veces he denunciado en este espacio de privilegio. Le deseo un
espléndido fin de semana con su familia.
31 de agosto de 2013
http://redesquintopoder.com/?p=9273
SIN RIESGO SEGURIDAD LABORAL DE MAESTROS EN EL ESTADO DE MÉXICO.
El secretario general del Sindicato de Maestros al Servicio
del Estado de México, Héctor Ulises Castro Gonzaga, hizo un llamado al
magisterio estatal a estar tranquilo, pues con la aprobación de la Ley de
Servicio General Docente no se pone en riesgo su seguridad laboral, y aseguró
que el SMSEM seguirá cumpliendo con defender los derechos de sus agremiados.
En entrevista durante su visita a esta casa editora, el
líder de los 94 mil profesores que conforman el SMSEM, reconoció que hay cierta
inquietud entre algunos docentes, pues creen que un examen puede definir su
permanencia o no en el servicio, sin embargo, es algo que no está en juego.
Expresó que si bien esta ley implica una evaluación para los
maestros en servicio, existen tres oportunidades para ser examinados, al menos
cada cuatro años, por lo que habrá oportunidad de capacitarse y actualizare en
caso de que así se requiera. En el caso de los recién egresados de escuelas
normales, sí serán evaluados en el mismo año.
Sin embargo, los maestros mexiquenses son un sector
comprometido y preparado que está en las aulas y trabajan unidos con las
autoridades y los padres de familia, a favor de la educación de miles de niños
y jóvenes.
Recordó que actualmente en el Estado de México ya se evalúa
a los maestros, pero es un examen voluntario, cuando ahora a nivel nacional
será obligatorio, el cual se realizará a través del Instituto Nacional de
Evaluación.
En este sentido, recordó que se ha solicitado al instituto
que evalúa a nivel estatal, tener una representación de los maestros, no para
influir al interior, sino para contribuir en la materia, sin embargo, no se ha
dado respuesta; mientras al instituto nacional, se han enviado propuestas de
foros realizados por el magisterio mexiquense.
Sostuvo que es fundamental la preparación en todos los
ámbitos, en lo cual trabajará el SMSEM, pues no se puede enseñar lo que no se
sabe, desde cómo trasmitir el conocimiento, hasta cómo tratar conflictos, la
apertura a la lectura, enfrentar situaciones sociales dentro de la misma
escuela, lo cual se aprende en la práctica, pero actualizarse y prepararse es
fundamental y determinante.
Castro Gonzaga reiteró que el SMSEM siempre estará atento
para defender y evitar se transgredan los derechos de los maestros, quienes
deben tener la certeza de que no van a ser removidos de su espacio de trabajo,
se les defenderá, por lo que les pidió trabajar, dar la oportunidad a la sociedad
de demostrar que los maestros mexiquenses tienen el plus de que saben hacer
bien las cosas.
Asimismo, sostuvo que también es importante formar
investigadores maestros, donde los conocimientos aterricen en el aula, no se
puede estar pasivo, se debe ser propositivo y activo.
Aseguró que ya se trabaja en una estrategia para informar a
la base a través de los delegados sobre el contenido preciso de la Ley de
Servicio Profesional Docente, pues se sabe que la incertidumbre afecta.
Silvia González Tenorio
http://www.oem.com.mx/elsoldetoluca/notas/n3111172.htm
1 comentario:
Estimado Alvaro.
He leído con atención tu comentario y coincido contigo en lo que tiene que ver con un aspecto laboral.
Sin embargo hay que tomar en cuenta que en términos laborales los docentes están por debajo de las expectativas tanto laborales como de impacto en la educación.
Claro que los trabajadores deben gozar de múltiples beneficios por parte del Estado.
Sin embargo para el caso de los profesores que se encuentran inmersos en este conflicto; específicamente los sectores involucrados de Oaxaca, Michoacán y Guerrero, es precisamente en dónde los alumnos están menos preparados (que también influyen otros factores) pero el punto esta en que los docentes se han convertido en un instrumento político y no de materia educativa.
¿Cómo pueden exigir estas minorías sus derechos laborales, cuando sus obligaciones quedaron sujetas a un capricho de no querer ser evaluados cuando sus resultados son pésimos?
Lo que los profesores no han entendido o no quieren entender es que a estas alturas la educación no puede estar sometida a intereses políticos, que lamentablemente han beneficiado de manera abrupta a unos cuantos, que si les han aventado sus migajas de lo que se cae de la mesa.
Mejor que se dediquen a ser mejores maestros y que cumplan con eso. Y entonces si estarían en condiciones de protestar por mejorar su condición laboral.
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